31 mar 2009

Nicotina: más adictiva que la cocaína

La nicotina, a diferencia de otras drogas, tiene características que la hacen altamente adictiva, incluso más que la cocaína y la heroína, y posee propiedades farmacológicas que se metabolizan en el organismo, aseguró este lunes la coordinadora de la Clínica Contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la UNAM, Guadalupe Ponciano Rodríguez.


"La nicotina, a diferencia de otras drogas, tiene características que la hacen altamente adictiva, incluso más que la cocaína y la heroína, y posee propiedades farmacológicas que se metabolizan en el organismo. Su duración en el cuerpo es de dos horas, lo que permite al fumador consumir gran cantidad de cigarrillos sin intoxicarse", explicó.


En la actualidad, la dependencia a alguna sustancia psicoactiva es considerada una enfermedad mental, pues se pierde el control total sobre su uso y se transforma en actividad prioritaria.


Desde esa perspectiva, la nicotina es una droga que actúa en el sistema nervioso central del ser humano, provoca alteraciones y desbalances importante que harán adicto al consumidor, agregó.


Explicó que el humo del tabaco contiene más de 4 mil sustancias químicas como la acetona, como la que se encuentra en pinturas y quitaesmaltes; amonio, en limpiadores caseros; arsénico, en venenos; cadmio, en acumuladores de autos; monóxido de carbono, en el humo restante de la quema de combustibles fósiles, y tolueno, en solventes industriales, entre otros. De esos elementos, 250 son tóxicos y unos 70 producen cáncer, agregó.


Además, la gente sigue creyendo que fumar es un hábito que no causa impacto a nivel psicológico ni físico. No obstante, existen estudios científicos que demuestran lo contrario. Se debe cambiar la visión y tener presente que la nicotina y el alcohol son drogas legales, las que mayor daño provocan y la puerta de entrada a estupefacientes "duros", reiteró.


La especialista aseguró que el paradigma de las adicciones es diferente, ahora se les entiende como enfermedades mentales incurables, un padecimiento crónico como la diabetes, pero pueden controlarse con tratamiento.


Antes, se pensaba que los jóvenes sólo experimentaban pero no caían en la adicción; ahora, con base en estudios se puede decir que son dependientes. "Existen personas de entre 20 y 21 años que iniciaron el consumo desde los 13", dijo en una conferencia dictada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.


Dejar de fumar es difícil, pues cuando se decide abandonar ese hábito el organismo, acostumbrado a la dosis diaria, responde con el llamado síndrome de abstinencia, una serie de signos y síntomas como irritabilidad, insomnio, aumento del apetito, reducción de la frecuencia cardiaca, de la tensión arterial, sudoración y depresión.


Por ello, es básico buscar ayuda médica para tratar esta enfermedad como tal, y la Clínica fundada por ella en el 2001 es una opción, concluyó.


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